La Primera Sala puntualizó que las manifestaciones de los menores acerca de la probable violencia intrafamiliar cometida por uno de los padres deben ser consideradas como prueba para acreditarse esta conducta ilegal, además de los exámenes periciales en psicología.
Los ministros de la Sala subrayaron que los jueces competentes deberán tomar en cuenta los dictámenes periciales que presente el demandante del juicio de divorcio, así como los que se obtengan de las pruebas y manifestaciones del menor.
Con estos argumentos, los integrantes de esta Sala concedieron un amparo a una mujer que pidió testifiquen sus hijos para que el juez correspondiente emita una nueva sentencia en el juicio de divorcio, pero que esta vez observe las cuestiones relativas a los niños.
De igual manera recalcaron que no es necesario que en estas manifestaciones se incluyan datos pormenorizados de los actos de violencia, como lo son las circunstancias de tiempo, modo y lugar en que ocurrieron los hechos, basta que se expresen de manera concreta.
Esto, añadieron, debido a que si se narran los sucesos de violencia familiar de forma detallada el demandado puede tener una idea clara de lo que se le imputa y las causas que motivan el juicio de divorcio.
La resolución se enmarca en los términos de la Convención Sobre los Derechos del Niño y el Código Civil para el Distrito Federal para tomar en cuenta las manifestaciones hechas ante el juez.
Via: jornada.unam.mx
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